¡Que recuerdo ¡aquellos años que por incrédulo acababas con torticolis
por ver una película en primera fila o cuando (ahora no) para ir a la entrada
tenias que subir por sus rampas laterales, esperando que no lloviera. Pero por
suerte han surgido cambios, no los deseables pues aún tienes que mirar la sala
para no acabar con torticolis. Ahora en vez de mirar películas escuchamos opera
y donde antes teníamos problemas con el acceso ahora es con su web. Ellos no
tienen obligación legal de tener una web accesible (no creó que un ciego quiera
ver una película sin audio transcripción) pero si una obligación con sus
clientes.
Como he dicho antes no tienen obligación legal pero moral es otro cantar.
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